El número de muertos por
los deslizamientos de tierra e inundaciones en Filipinas, causados
por la tormenta tropical Megi, subió el jueves a al
menos 148, según cifras oficiales, tras el hallazgo de más cadáveres en
poblados cubiertos de lodo.
Numerosas personas
continúan desaparecidas y se teme por su vida, luego de que la tormenta azotó
el archipiélago a lo largo de varios días y obligó a decenas de miles a
refugiarse en centros de evacuación.
En la provincia central de
Leyte, la más golpeada por Megi, los devastadores aludes
arrasaron comunidades agrícolas y pesqueras, destruyendo casas a su paso.
Personal de emergencia en
el municipio de Abuyog recuperó decenas de cadáveres de la aldea
costera de Pilar, destruida el martes por un deslizamiento de tierra.
Al menos 42 personas
murieron en los corrimientos de tierra y unas 150 desaparecieron en ese
municipio, dijo a AFP Lemuel Traya, alcalde de Abuyog.
Otra pereció ahogada.
Otras 101 personas
fallecieron y decenas resultaron heridas en las aldeas en torno de Ciudad de
Baybay, indicaron las autoridades locales. Un centenar continúa desaparecido.
Tres personas murieron
ahogadas en la isla sureña de Mindanao, y una más falleció en la provincia
central de Iloilo, informó la agencia nacional de desastres en su última
actualización.
El mal tiempo y el lodo
complicaron las tareas de rescate en Pilar, cuyo suelo era inestable. Los
rescatistas también revisaban la costa luego de que algunos cadáveres fueron
arrastrados por la corriente marina.
«Como un
helicóptero»
«Sonaba como
un helicóptero», comentó Anacleta Canuto, de 44 años, concejala de Pilar,
al describir el sonido del deslave.
Canuto sobrevivió junto a
su esposo y dos hijos, pero perdieron al menos nueve familiares.
El pescador Santiago
Dahonog, de 38 años, dijo que corrió al mar con dos hermanos y un sobrino
cuando vieron avanzar el deslave en Pilar.
«Salimos de la casa,
corrimos al agua y comenzamos a nadar. Yo fui el único sobreviviente», contó
a AFP.
En la zona de Ciudad de
Baybay, la aldea más afectada fue Kantangos, donde 42 personas murieron y 93
estaban desaparecidas.
Otros tres muertos
previamente reportados en la provincia central de Negros Oriental fueron
suprimidos de la cuenta luego de que se determinó que la causa de esos
fallecimientos no estaba asociada a la tormenta.
Megi azotó al inicio de las celebraciones de
Semana Santa, una de las principales fiestas en este país de mayoría católica
cuando miles de personas suelen viajar para visitar familiares.
Ocurrió cuatro meses
después de que un supertifón devastara gran parte del país, donde mató a más de
400 personas y dejó a cientos de miles sin casa.
Filipinas es considerado
uno de los países más vulnerables al impacto del cambio climático, y suele
recibir alrededor de 20 tormentas por año.
Por AFP
0 Comentarios